Andrew Taylor Still, nació en 1828 en Virginia, EEUU, criado en el seno de una familia religiosa. Desde pequeño aprendió a relacionarse con el entorno natural de un país en incipiente desarrollo de su frontera. Este hecho le permitió desarrollar observaciones de las íntimas relaciones manifiestas en un ambiente salvaje.
Ya adulto, y siendo médico, sirvió como capitán del ejército de la unión en la guerra de secesión. Durante dicho período, profundizó sus observaciones y conocimientos sobre el comportamiento de los elementos interactuantes en la naturaleza, en la salud y en la enfermedad.
Después de una epidemia de meningitis en la que fallecen 3 de sus hijos y frustrado por las limitaciones médicas; Still vuelca todo su potencial en desarrollar la comprensión de las leyes naturales reinantes y su aplicación en los seres humanos.
Origen de la osteopatía
Still estaba convencido de que una verdad se comprueba a sí misma por la simple demostración de sus hechos. Así, puso de manifiesto la importante relación entre la anatomía y la fisiología, y el valor de la pureza de la sangre como fluido vital e imprescindible para la vida. Como consecuencia, Andrew Taylor Still entendió que el ser humano es una unidad de un sistema vivo que coexiste con su entorno en una interacción permanente. De este modo, le dió un valor imperativo a la capacidad homeostática del ser humano.
Persuadido de que el dios de la naturaleza creó todo a la perfección, desarrolló un método racional de diagnóstico y tratamiento manual, preciso, exhaustivo y verificable. En este método, la movilización mecánica de las estructuras anatómicas pone en marcha los procesos de autocuración propios y naturales de la fisiología normal. Atendida la causa, la reversión en los desequilibrios y sus efectos se da como una consecuencia lógica y natural.
El 22 de junio de 1874 hizó el estandarte de la Osteopatía, para años después fundar la primer escuela de osteopatía del mundo, en Kirksville, Missouri, EEUU.